La lujuria, la gula, la codicia, la envidia, el orgullo y todo tipo de pecados pueden parecer la base de una telenovela, pero también pueden asociarse fácilmente con los Caballeros de San Juan, una vez que la Orden comenzó a declinar. Sus finanzas, su destreza militar e incluso su moral se derrumbaron a lo largo de las décadas, relegando a la Edad de Oro de Malta bajo los Caballeros a un débil recuerdo del pasado. Este proceso quizás se refleja mejor en las vidas que llevan algunos de los Grandes Maestros. Los votos monásticos de pobreza, castidad y obediencia fueron reemplazados rápidamente. La pobreza se expresó en los lujosos palacios y la impresionante arquitectura barroca que adorna la ciudad hasta nuestros días. La castidad fue reemplazada por amantes y cortesanas y, finalmente, por descendientes ilegítimos. La obediencia se volvió útil solo cuando llegó el momento de derrocar a un antiguo Gran Maestro de su trono. La verdad es que en los años posteriores, cuando terminó la Guerra Santa contra el imperio otomano y no hubo lugar para cruzadas, muchos caballeros no tuvieron la vocación, o la perdieron tan pronto como llegaron a La Valeta, una ciudad llena de tentaciones. Muchos de ellos sucumbieron, jóvenes y viejos por igual, pasando su tiempo libre jugando, haciendo duelos y persiguiendo prostitutas. Únase a este tour para descubrir la versión sin censura de la historia de La Valeta que no encontrará en las guías.