Ningún viaje a Málaga puede considerarse realmente completo sin explorar el encantador barrio pesquero de Pedregalejo. Enclavado al este de la capital, este pequeño oasis mezcla maravillosamente tradición y modernidad. Aquí encontrarás la armonía perfecta de sol, playas, deliciosa cocina, actividades recreativas y una perspectiva única de la vida. Pedregalejo ofrece una experiencia sin igual en la que el tiempo parece ralentizarse, permitiéndote saborear cada momento.

Emprendemos nuestro viaje desde el Balneario de los Baños del Carmen, una auténtica joya patrimonial y uno de los paraísos costeros más encantadores de la ciudad, que ofrece unas vistas impresionantes de la bahía de Málaga. Como puerta de entrada a Pedregalejo, este extraordinario edificio de principios del siglo XX crea el ambiente perfecto para sumergirse en la singular cultura de “vida lenta” que predomina en todo el barrio.

La evolución del barrio en los últimos años también ha dejado su huella en la variada escena gastronómica. Nuestro siguiente destino nos lleva a uno de esos notables establecimientos que mezclan hábilmente tradición y modernidad en sus creaciones culinarias. Deléitate con su original cocina a base de tomates de temporada, quesos de origen local con denominación de origen y las bondades del mar. Estos platos tradicionales cobran vida con un toque mediterráneo especial.

Luego serpentearemos por las antiguas viviendas de los pescadores, navegando por sus estrechas calles y descubriendo deliciosos rincones escondidos, hasta llegar a uno de los chiringuitos por excelencia que definen la identidad de la costa. Allí, en la orilla arenosa, seremos testigos de primera mano del arte de cocinar “espetos de sardina”, orgullo de la gastronomía “marenga” (término utilizado en Málaga para los relacionados con la pesca y otros oficios marítimos). Este plato icónico del barrio se complementará con una jornada de ocio dedicada a saborear el renombrado “pescaíto frito” que ha hecho famosa a esta zona.

Y para concluir nuestro viaje con una nota dulce, no hay mejor opción que deleitarse con los deliciosos helados de la Heladería Lauri (sólo de mayo a octubre), una institución en el barrio que ha mantenido su reputación durante más de 60 años gracias a la excepcional calidad de sus productos. ¡Estáis todos cordialmente invitados a uniros a nosotros!

Ten en cuenta que las paradas y las degustaciones pueden cambiar para reflejar los productos de temporada y la disponibilidad de nuestros socios.