Vive Mallorca desde una nueva perspectiva y explora el interior del país en una excursión en buggy todoterreno. Disfruta de unas vistas inmejorables lejos de las multitudes mientras te abres camino por Llucmajor y Randa. Haz una parada para descansar en un monasterio de Randa.
Tras una sesión informativa con uno de los guías, sube a bordo de tu propio buggy de 2 plazas para comenzar tu aventura. Sólo unos minutos después, saborea por primera vez el ambiente mallorquín al llegar a los primeros campos, pequeñas fincas y molinos tradicionales.
Disfruta de una conducción fácil gracias a que todos los buggies están equipados con transmisión automática y dirección asistida. Además, todos los vehículos están equipados con cinturones de seguridad, por lo que no es necesario llevar casco y puedes disfrutar del viaje sin restricciones.
Inmediatamente después del pequeño pueblo de Sant Jordi, llega a la ruta fuera de pista. Desde allí, conduce unos 30 minutos por una pista sin asfaltar, donde los buggies pueden demostrar realmente de lo que son capaces. Notar cómo el cochecito supera sin esfuerzo cada bache es muy divertido para pequeños y mayores.
Al final de la ruta todoterreno, haz una pequeña parada al acercarte a las afueras del tradicional pueblo de Llucmajor. Después, continúa hasta la cercana montaña de Randa, a la que es fácil llegar tras un corto tramo de carretera por grandes curvas.
Te espera uno de los panoramas más espectaculares que ofrece Mallorca. Durante una pausa de 30 minutos a 542 metros de altura, disfruta de una vista de 360 grados de toda la isla, con sus encantadores paisajes y pintorescas bahías.
Llega al monasterio de Randa y disfruta de un descanso en el restaurante del interior. Utiliza los aseos u opta por tomar un café, una bebida fría o un helado (gastos no incluidos). También es la oportunidad perfecta para quien quiera cambiar de conductor antes de volver.