Tras la cálida bienvenida, vístete con nuestro equipo de barranquismo de alta calidad. Después, el grupo se dirigirá a la entrada en nuestros minibuses. A la entrada del cañón, el guía titulado de barranquismo muestra a los participantes el comportamiento correcto en el cañón durante una detallada charla de seguridad.
Junto a un azud, el cañón nos conduce a una pendiente que está asegurada por una cuerda de mano fija y por la que se puede descender fácilmente. Siguiendo el curso del agua, continuarás por terreno intransitable hasta llegar a un punto de rapel de 5 metros de altura, donde el guía te explicará la técnica correcta de rapel. Ahora el desfiladero se hace más estrecho y el sonido de las cascadas resuena por toda la garganta. De nuevo por una cuerda manual de 3 m de longitud llegarás al infame Agujero del Diablo, donde descenderás en rápel de nuevo por un estrecho pasadizo. A partir de ahora, un rápel de 9 m de altura y un breve chapuzón nos separan del primer salto de 3 m de altura (saltar y deslizarse no es imprescindible, todos los lugares se pueden rapelar). Más adelante, el desfiladero nos lleva a un tobogán de 5 m, un salto de 2 m, un tobogán de 9 m y varias pozas de agua largas y sinuosas. Ahora llegarás al punto culminante de esta excursión, un tobogán de alta velocidad de 15 metros tallado en la roca por el agua a lo largo de miles de años. Pura experiencia y acción.
Tras un breve descanso y recuperado de la descarga de adrenalina, recorrerás un corto tramo de natación hasta la última caída de 6 metros de altura, donde podrás elegir libremente entre deslizarte o saltar, antes de abandonar el desfiladero por un cable de acero y regresar a pie unos 10 minutos hasta nuestra estación base.
Una vez allí, te servirán un aguardiente y duchas calientes con amplios vestuarios, así como nuestra piscina al aire libre con entrada gratuita.