Ocriculum, de pequeño centro umbro, se convirtió en un importante municipium romano en el siglo III a.C. inscrito en la VI Regio. Su riqueza dependía de la presencia del puerto y del paso de la Vía Flaminia. La ciudad probablemente se extendía sobre 36 hectáreas. Los restos del municipium romano incluyen los restos del teatro, el anfiteatro, grandes edificios, ninfeos, grandes monumentos funerarios y un tramo bien conservado de la antigua Vía Flaminia.
El antiguo centro de Ocriculum, de 36 km de extensión, representa uno de los municipios de época romana más florecientes de la región de Umbría. La zona se enmarca en un contexto naturalista sumamente fascinante, situado a orillas del río Tíber. Sólo podemos imaginar, a través de la observación de sus vestigios, la riqueza y la importancia que tuvo esta ciudad; mediante una excursión real, inmersos entre los monumentos de la historia y la vegetación virgen, podemos rememorar los acontecimientos que condujeron a su descubrimiento, reconstruir las distintas fases históricas del municipio e imaginar cómo debió de ser este floreciente centro durante la época imperial.