Descubre el vinagre balsámico, el rey de los condimentos, lleno de secretos y tradiciones que se transmiten de generación en generación. Tendrás la opción de seguir a Claudio o al abuelo Franco por el interior de la acetaia, para descubrir su origen y su historia.
Antes de hacer la visita Claudio, el propietario, cuenta la historia de su familia entre coches rápidos y comida lenta, su madre creció en el campo con padres agricultores que sólo tenían una batería de vinagre balsámico que heredó el abuelo a la muerte de éste. Tío, así que cuando la madre se casó le pidió al padre que empezara una nueva batería para los niños.. mientras tanto el padre hizo carrera en Ferrari y luego en Lamborghini dedicando toda su vida a los motores sin olvidarse de cuidar del Aceto tiene ahora 82 años y sigue cuidando de sí mismo. de hecho aumentó esta pasión trabajando más duro que antes.
De nuestras 10 hectáreas de viñedos, incluidas 5 de trebbiano modenese, seleccionamos las mejores uvas para la producción de nuestro vinagre balsámico.
Tras la cocción se traslada al interior de las barricas de cada pila, donde permanece envejeciendo muchos años hasta que llega a la barrica más pequeña y de ahí se embotella. Es un producto que requiere mucha paciencia. Además del vinagre balsámico tradicional, desde hace unos años también producimos vinagre balsámico certificado IGP con menos envejecimiento, pero al mismo tiempo muy apreciado por su versatilidad y sabor similar al tradicional. Claudio desarrolló entonces otros condimentos para intentar crear productos muy parecidos al balsámico tradicional, pero que requirieran menos envejecimiento. Si quieres descubrir los verdaderos matices, las verdaderas diferencias entre la Baslámica tradicional y la comercial, ven a visitarnos.