Comienza tu visita al museo en la verdadera cuna de la música soul: una modesta iglesia rural. Del mismo modo que la música de Stax encontró sus raíces en los sonidos de la música gospel sureña, el museo se abre en una iglesia real del Delta del Mississippi de hacia 1906, que se ha vuelto a montar cuidadosamente en el interior del edificio.

Es difícil no bailar cuando escuchas los temas de Stax. Aunque la mayoría de los museos no animan a bailar en los pasillos, puedes sacudir lo que te dio tu mamá en la pista de baile de Exprésate. No te preocupes si no sabes moverte: puedes inspirarte en los bailarines de los episodios antiguos de Soul Train que se emiten junto a la pista de baile.

Echa un vistazo al equipo de grabación de la época en la sala de control, y luego párate en el Estudio A, una réplica exacta del legendario cine reconvertido donde los artistas de Stax grababan discos, hasta el suelo suavemente inclinado que contribuía al sonido especial de Stax.

Comprueba el impacto de Stax en la sala de los discos, donde las paredes están forradas de cajas del suelo al techo con todos los álbumes y singles publicados por Stax y sus sellos subsidiarios entre 1957 y 1975. Mira la carátula del álbum y escucha los clásicos (o encuentra nuevos favoritos) en la estación de escucha.

Contempla el reluciente Cadillac Eldorado personalizado de Isaac Hayes, adquirido como parte de su acuerdo renegociado con Stax en 1972. El coche, que se compró por $26,000 (o, $143,000 en dólares de 2013), está totalmente equipado con servicios exclusivos como un minibar refrigerado, televisión, adornos exteriores de oro de 24 quilates y moqueta de piel blanca en el suelo.