Empieza tu ruta de tapas y vinos de Madrid en una de las tabernas más excéntricas del Barrio Literario, llena hasta los topes de antigüedades insólitas e incluso un Picasso auténtico. Al caer la tarde, este bar de nombre tan apropiado se llena constantemente de docenas de “gatos” (apodo local con el que se conoce a los madrileños) que comienzan sus noches de juerga con vermú y bocados ligeros. Harás lo mismo, maridando tu sabroso vermut con una selección de tostas (bocadillos abiertos con ingredientes variados) y la famosa gilda, una sabrosa brocheta de ingredientes encurtidos con raíces en el norte de España.

Desde allí, te dirigirás a tu próximo bar de tapas: una institución del barrio con raíces en el siglo XVII que hoy es una parada imprescindible en una noche madrileña por la ciudad. Degustarás dos vinos blancos, crujientes croquetas caseras y una selección de quesos españoles, mientras tu guía te explica cómo descifrar el vino español y leer la etiqueta como un profesional.

Por último, pero no por ello menos importante, te dirigirás a la última parada de tu ruta de tapas y vinos: una taberna centenaria en el corazón del Barrio Literario. Este monumento histórico estuvo a punto de cerrar para siempre antes de que tres chefs locales lo devolvieran a la vida en los últimos años. Es el lugar perfecto para terminar la velada con un divertido desafío vinícola mientras catas a ciegas dos tintos españoles esenciales. Ambos maridan perfectamente con los platos compartidos que pasarás alrededor de la mesa: patatas bravas con salsa picante y alioli de ajo, champiñones rellenos y el mejor corte de cerdo ibérico disponible.