Ludwigshafen am Rhein está justo al otro lado del río, frente a Mannheim, y es evidente que estas ciudades tienen una buena química. Porque es la sede de la industria química. Ludwigshafen (Puerto de Luis), a orillas del Rin, es una ciudad joven con un pasado variopinto, pues en su tiempo perteneció a Baviera, Baden y el Palatinado. Establecida por primera vez como embarcadero en 1811, fue entregada al reino de Baviera en 1815, tras el Congreso de Viena, y enseguida pasó a llamarse Ludwigshafen en honor del rey Luis I de Baviera. El hijo más famoso de esta ciudad es Ernst Bloch, uno de los grandes filósofos alemanes de izquierdas del siglo XX, y el ex canciller alemán de derechas Helmut Kohl.
Hoy, Ludwigshafen am Rhein es conocida por ser la sede de BASF, la mayor empresa química del mundo, y por mucho más. Se ha convertido en una ciudad desenfadada con pasión por las artes, especialmente las modernas. Prueba de ello es el barrio más antiguo de la ciudad, Hemshof. Admira el mosaico más grande que la vida que adorna la fachada exterior del Museo Wilhelm-Hack, inaugurado en 1979. El propio edificio fue creado por Joan Miró e incluye una amplia colección de maestros como Kandinsky, Roy Lichtenstein y Andy Warhol. Fue el resultado de una donación del empresario Wilhelm Hack de su vasta colección privada de arte a la ciudad. Disfruta de un paseo por la Plaza de Luis y empápate del ambiente de esta ciudad joven y acogedora.