La reserva natural de Scandola y el pueblo de Girolata, ¡no pueden faltar en tu programa!
A este pueblo de pescadores, con sólo 15 residentes al año, sólo se puede acceder en barco o por un camino peatonal llamado “Le Chemin du factor”, un momento privilegiado en un lugar extraordinario de Córcega.
Allí, tras visitar la reserva de Scandola, podrás disfrutar de un descanso (1 hora/1:30 h aprox.) para visitar el pequeño pueblo de Girolata, almorzar (en restaurantes o merenderos) o hacer un picnic.
Ofreciendo paisajes espectaculares, el paseo en barco por la reserva se considera uno de los imprescindibles de un viaje a Córcega.
Catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la reserva natural de Scandola es una reserva tanto marina como terrestre cuyo acceso está estrictamente regulado.
Forma parte del Parque Natural Regional de Córcega.
Con una extensión de 900 hectáreas de tierra y 1000 de fondo marino, la reserva ofrece un espléndido paisaje modelado por la erosión. De origen volcánico, las rocas rojas de la antigua caldera se sumergen en el mar y contrastan con el azul intenso del agua.
Seguirás los acantilados y podrás descubrir las cuevas y las asombrosas formas de las rocas.
La reserva de Scandola también alberga una fauna y flora excepcionales. Abre bien los ojos y podrás intentar ver el Balbuzardo pescador, el ave emblemática de Scandola o el Halcón peregrino.