Tu día comienza en el centro de Lisboa, donde te reunirás con tu guía y tu pequeño grupo antes de subir a un tren para un rápido viaje a Belem. Una vez allí, entrarás en el impresionante Monasterio de los Jerónimos para explorar el claustro, un excelente ejemplo de la característica arquitectura manuelina de Portugal. Recorre los mismos senderos que los marineros y exploradores de siglos pasados, que a menudo pasaban la noche antes de su viaje en este santuario junto al mar.

A continuación, tu guía experto compartirá aún más historias de la Era de los Descubrimientos portuguesa mientras le hincas el diente a un aperitivo local clásico: las originales tartas de natillas en la primera pastelería que las fabricó.

Desde allí, te dirigirás a ver algunos de los monumentos más importantes del barrio de Belém, como el Monumento de los Descubrimientos y la Torre de Belém. Como punto de partida de muchos barcos portugueses que partían hacia tierras lejanas, hoy es un homenaje vivo a este periodo de la historia nacional.

Es hora de sentarse y relajarse un poco. Te dirigirás al paseo marítimo y embarcarás en un barco para realizar un crucero panorámico por el estuario del Tajo hasta el centro de la ciudad. Disfruta de unas vistas inolvidables desde el agua mientras pasas bajo el Puente 25 de abril y junto al imponente monumento del Cristo Rei.

Tras desembarcar del barco, harás una pausa para comer en el centro de la ciudad. Tu guía tendrá un montón de recomendaciones para todos los gustos y presupuestos, de modo que puedas estar seguro de encontrar una opción deliciosa que se adapte a ti.

Por la tarde, tu guía te llevará a dar un paseo por Alfama, el barrio más antiguo de Lisboa. Con sus sinuosas calles y callejones ocultos, esta encantadora zona es difícil de visitar por tu cuenta, así que por suerte tienes un experto local que te mostrará el camino.

Por último, pero no por ello menos importante, te separarás de tu guía y de tu pequeño grupo delante de un último monumento lisboeta: la entrada al Castillo de São Jorge. Puedes entrar a explorar el castillo por tu cuenta (no incluido en la visita), o seguir perdiéndote por las pintorescas calles de Alfama.