Mima al amante del arte que llevas dentro en la Mauritshuis, que alberga lo mejor de la pintura holandesa de la Edad de Oro. Explora uno de los edificios más emblemáticos de La Haya, situado junto al Parlamento. Mira por sus ventanas para ver el estanque.

Descubre la compacta pero mundialmente conocida colección del museo de arte. Contempla más de 200 obras maestras, como “La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp” de Rembrandt, “El jilguero” de Fabritius y “El toro” de Potter, en exposición permanente.
Aprecia la rica variedad de la colección, con cuadros de género de Jan Steen, paisajes de Jacob van Ruisdael, bodegones de Adriaen Coorte y retratos de Rubens.

Admira el interior histórico y a la vez íntimo del monumento del siglo XVII, con sus revestimientos de seda en las paredes, sus brillantes lámparas de araña y sus monumentales techos pintados.
Quédate todo el tiempo que quieras y visita el museo a tu ritmo. La duración media de la visita es de una hora y media. Visita el restaurante y la cafetería, compra algún recuerdo o visita la exposición temporal.

Del 16 de febrero al 9 de junio, nuestro Niño Risueño estará en préstamo en el Rijksmuseum para la exposición Frans Hals. Frans Hals es uno de los pintores más famosos y notables del siglo XVII holandés. Todos sus cuadros demuestran que Hals sabía utilizar como nadie el color y las pinceladas amplias para “dar vida” a sus pinturas. Aunque nuestro Hals más populair no estará, todavía hay otros cuatro magníficos cuadros suyos que puedes visitar en la Mauritshuis.

Del 6 de febrero al 20 de mayo de 2024, el Mundo Maravilloso de Roelant Savery, con más de 40 pinturas y dibujos, incluidas obras cedidas por museos de Holanda y del extranjero, presentará a los visitantes a este artista tan versátil. Fue pionero en muchos campos e introdujo varios temas nuevos en la pintura holandesa. Realizó el primer bodegón floral de Holanda y fue el pintor más notable del legendario (extinto) dodo. También fue el primer artista que salió a la calle para dibujar a la gente corriente. Sus paisajes pintados son a menudo como un cuento de hadas, con ruinas antiguas y vistas maravillosas. Y sus pinturas de animales incluyen tantas especies que sería un eufemismo describirlas como “abarrotadas”.