Maravíllate ante el Gran Buda de Kamakura, de cuatro pisos de altura, un tesoro nacional que mide 13,5 metros. Originalmente recubierta de pan de oro, la estatua ha resistido terremotos y tifones en sus 750 años de existencia, lo que le ha dado un color cobrizo patinado.

En Enoshima, deléitate con las delicias locales o explora las tiendas de recuerdos de Nakamise-dori, una animada calle que conduce al Santuario Enoshima Benzaiten. Se dice que el santuario alberga a tres diosas hermanas del mar, el agua, la buena suerte, las finanzas y las artes.

Después, montaremos en el Ferrocarril Eléctrico de Enoshima, un tren retro de 1 vagón que recorre la orilla del mar. Mientras miras hacia el resplandeciente océano, puedes vislumbrar el monte Fuji erguido al otro lado del mar o el famoso cruce de ferrocarril del anime Slam Dunk.

El Santuario de Tsurugaoka Hachimangu se construyó hace más de 800 años, durante el Periodo Kamakura. Este emblemático santuario, que en su día fue la próspera base de operaciones de los guerreros samurái de Kamakura, perpetúa su legado a través del ritual anual Yabusame (tiro con arco a caballo). Admira el tranquilo estanque y jardín japoneses y disfruta del ambiente de este santuario sintoísta.

Desde Kamakura, nos dirigiremos a Asakusa, una parada imprescindible para visitar Tokio. Experimenta la nostalgia retro del distrito y admira la arquitectura tradicional del templo Senso-ji con el telón de fondo del Tokyo Skytree a lo lejos.

Puedes optar por quedarte en Asakusa o unirte al grupo mientras nos dirigimos al Cruce de Shibuya, donde nos disolveremos.