Relájate en una isla privada de lujo.

A un mundo de distancia, te recibirán con una refrescante toalla fría y una bebida de bienvenida, antes de explorar este tranquilo paraíso. Nada en aguas cálidas y cristalinas, practica snorkel entre los corales y los bancos de brillantes peces tropicales que revolotean por el parque marino de alta mar o, si lo prefieres, visítalo en barco con fondo de cristal. En tierra también hay mucho que hacer. Relájate en la playa o pasea por los pequeños senderos que atraviesan el bosque autóctono.

El almuerzo se sirve en mesas al aire libre con vistas al océano, o bajo la sombra de una carpa blanca donde puedes hundirte en profundos sofás. Cena deliciosas ensaladas aderezadas con hierbas frescas del jardín y especialidades a la parrilla del bufé, mientras el vino, la cerveza y los refrescos fluyen libremente. Sabes que estás de vacaciones cuando pasa un carrito de helados cargado de delicias tropicales recién hechas. La tarde es tuya y culmina con una degustación de ron aromatizado casero para concluir otro día perfecto.