Vistas épicas, sabores locales e historias reales: descubre Montenegro con corazón, no solo hechos. En solo un día, experimentarás el alma de un país que se siente como un mundo propio. Desde las antiguas murallas del casco antiguo de Kotor hasta las vertiginosas serpentinas de la carretera austrohúngara, cada parada revela una nueva cara de Montenegro. Te pararás sobre las nubes en la montaña Lovćen, sentirás la quietud del mausoleo de Njegoš y probarás la tradición en el pueblo de Njeguši. Camine por las calles reales de Cetinje, contemple el sinuoso río desde Pavlova Strana y haga una pausa en la isla perfecta de Sveti Stefan. Montañas, mar, historia, cultura, comida y vistas que te acompañarán para siempre, no es solo un tour. Es la historia de Montenegro, contada en un solo día inolvidable.