Aprovecha al máximo tu estancia en Polonia pasando un día en la campiña polaca. Es una excelente oportunidad para respirar aire puro en los montes Tatra y visitar el pintoresco pueblo de Zakopane.
- Recogida en el hotel y devolución por un conductor / guía local profesional de habla inglesa
- Personalizable y privado
Cuando estés de viaje, tu Welcomer también hará las veces de guía local, que compartirá contigo los hechos históricos, la información necesaria sobre los lugares de interés y, por supuesto, su aportación personal para sumergirte en el estilo de vida polaco. Añade o elimina paradas del itinerario sugerido y personaliza el viaje según tus preferencias. Haz fotos, pregunta a tu conductor por las joyas ocultas o las recomendaciones sobre las delicias locales y dónde degustarlas.
Tras 2 horas de viaje, llegarás a tu destino. Te sorprenderá de inmediato la arquitectura de estilo zakopane, conocida por sus chalets de madera de principios del siglo XX. Dos ejemplos característicos de este estilo son Villa Oksza y Museo del Estilo de Zakopane en Willa Kolliba, donde sin duda debes detenerte para hacer algunas fotos y, por qué no, admirar su interior. A continuación, pasea por Krupowki, la calle principal del pueblo que atrae a muchos turistas durante todo el año. Pásate por un taller para ver cómo se hace el arte local, compra recuerdos y accesorios hechos a mano y, por supuesto, prueba las delicias locales. También puedes visitar el Santuario de Nuestra Señora de Fátima, una iglesia católica de forma inusual.
Lo más destacado de la región es el viaje en teleférico al monte Gubalowka, que ofrece unas vistas espectaculares de los Tatras nevados. Si te gustan los deportes de invierno, este lugar es ideal para ti. Otro pueblo que merece tu atención es Chocholow, con sus casas tradicionales de madera construidas por los montañeses locales hace muchos años.
Al final del recorrido, tu amable Welcomer te dejará en tu alojamiento de Cracovia.
NOTA DEL EDITOR
No dejes de probar oscypek, un queso decorativo tradicional, que se vende por todas partes en Krupowki.
Independientemente del tiempo que haga, siempre puedes relajarte en uno de los baños y piscinas termales de la zona. Así que no olvides el bañador y la toalla.