La hermosa isla de Rottnest, un islote bajo y arenoso frente a la costa de Perth, es un sueño para visitar en bicicleta. No está permitido circular en coche por las carreteras de la isla, lo que significa que puedes pasear en paz y tranquilidad, parando en playas solitarias para nadar, bucear y tomar el sol a tu aire.

Sube a bordo de un transbordador oceánico de alta velocidad para deslizarte sobre las olas hasta la isla de Rottnest. Observa el vuelo en picado de las aves playeras y las focas peleteras en la escarpada costa a medida que te acercas a la isla, y luego baja y recoge tu bicicleta justo en el embarcadero. Ponte el casco y empieza a pedalear: toda la isla es tuya para explorarla, y con sólo 11 km de longitud, puedes ir en bici de un extremo a otro a tu propio ritmo.

Pedalea de playa en playa, guarda la bici y recorre paseos marítimos o senderos costeros, y detente siempre que quieras para nadar, descansar o hacer un picnic en el bello entorno de la isla. Observa grupos de delfines y ballenas jorobadas desde los miradores de la costa, y mantén los ojos bien abiertos para ver a los residentes más famosos de la isla: los adorables canguros quokka.

Puedes zambullirte en las templadas aguas color aguamarina para bucear entre bancos de peces tropicales y corales brillantes, subir hasta el histórico faro del West End e inventar tu itinerario mientras pedaleas de punta a punta. Es la excursión activa perfecta para tomar el sol, disfrutar del paisaje y hacer un poco de ejercicio durante tu día en la isla de Rottnest.