El mar de Mirissa, entre Galle y Matara, es uno de los mejores lugares del mundo para ver ballenas azules en peligro de extinción. Esta excursión de dos días también te da la oportunidad de ver algunos de los lugares importantes del cinturón costero del sur, como el fuerte de Galle, la playa de Unawatuna, el criadero de tortugas marinas y mucho más.
El primer día, reúnete con tu representante turístico y dirígete a tu hotel en Mirissa. En ruta, disfruta de un recorrido turístico por Bentota y Galle. La playa de Bentota es el destino de vacaciones de playa más popular de la isla. Galle es uno de los antiguos puertos marítimos de Sri Lanka y fue un punto de anclaje en la Ruta de la Seda. Más tarde fue descubierta por los portugueses, que construyeron una fortaleza, y los holandeses que les sucedieron la fortificaron aún más. Esta fortaleza es hoy Patrimonio de la Humanidad. Durante la visita a la ciudad de Galle, visita el Fuerte de Galle, la playa de Bentota, la zona costera de Galle, el faro de Galle, Kande Vihara, la Isla de la Canela, un centro de artesanía y un centro de tallado de máscaras. Visita un proyecto de criadero de tortugas marinas, el jardín de especias de Matale, donde se cultivan especias y hierbas utilizadas para la cocina y la medicación de Sri Lanka. Después, da un paseo en barca por Madu Ganga para descubrir este Humedal Ramsar. El Santuario Marino de Hikkaduwa es el lugar donde puedes echar un vistazo al fascinante mundo submarino y ver las criaturas que habitan las insondables profundidades del mar. Aquí se encuentran los famosos jardines de coral. Sólo tienes que hacerte con una barca con fondo de cristal o unas gafas y aletas y zambullirte en el océano. Pasa la noche en Mirissa
El segundo día está repleto de experiencias de avistamiento de ballenas. Miriissa, frente a la costa meridional de Sri Lanka, es uno de los lugares más conocidos por el mayor espectáculo de vida salvaje del planeta: ballenas jorobadas y azules que se alimentan a lengüetazos. Grupos de ballenas construyen enormes redes de pesca circulares con burbujas para atrapar vastos bancos de arenques y luego se lanzan a gran altura con la boca abierta. Esta actividad es más frecuente de noviembre a abril, pero puede observarse durante todo el año.