Empezamos el día dirigiéndonos hacia el norte, al parque de Zion. Este parque debe su nombre a los mormones que se asentaron en la zona. Le dieron este nombre tras afirmar que visitar el parque es como una experiencia religiosa, la majestuosidad de las montañas y el silencio de la naturaleza salvaje te hacen sentir como si te hubieras transportado a otro lugar.

Recorre el parque y disfruta de un corto sendero a lo largo del río Virgen que lo atraviesa.

De regreso a Las Vegas, por el camino haremos una parada para comer y luego visitaremos el “Valle del Fuego”, llamado así por las magníficas formaciones de arenisca roja creadas a partir de arenas y dunas movedizas durante la era de los dinosaurios, hace más de 150 millones de años.

Nuestra visita está programada para poder ver el aspecto del valle en “llamas” al reflejar los potentes rayos del sol en el valle (si el tiempo lo permite).

Salida del Parque para llegar por la tarde a Las Vegas