El núcleo de este viaje a pie está compuesto por dos paseos complementarios en la cima de Chipre: el sendero de Artemisa y el sendero de las Cascadas de Myllomeris. Normalmente se tarda hasta cinco horas en completarlos, sin contar las paradas largas (por ejemplo, picnics, un chapuzón en la piscina natural frente a la cascada, etc.). Ambos senderos son preciosos y juntos presentan un lado de Chipre que escapa a la mayoría de los visitantes.

El sendero de Artemisa (8 km, llano y fácil) es el de mayor altitud de Chipre, y está cubierto de una flora única. Es árido en muchos tramos y se caracteriza por pinos negros y enebros de Troodos endémicos. Suele ofrecer excelentes vistas de muchas partes de la isla y de las costas desde Limassol hasta la bahía de Morphou.

El Sendero de las Cascadas de Myllomeris ( 2,4 km, - 1,2 km en cada sentido, bastante fácil ), a una altitud de hasta 1.000 m, ofrece un entorno radicalmente distinto. Tiene vegetación típica de los valles chipriotas, como alisos, helechos, arces, robles dorados, madroños, storax y plátanos con raíces impresionantes. Con once metros, las Cascadas de Myllomeris son las más altas de Chipre, y probablemente las más pintorescas. Hay una pequeña piscina natural muy acogedora delante de la cascada. Algunos visitantes se dan un chapuzón, incluso fuera del verano, cuando la temperatura del agua es más bien fría.

La combinación de ambos senderos ofrece una experiencia enriquecedora en una zona de gran altitud de Chipre (de 1.000 a 2.000 metros).

Al ser privado, el viaje puede personalizarse en función del perfil del cliente, sus preferencias y la disponibilidad de tiempo.