Imagínate estar al pie del mayor glaciar de Europa y tener la oportunidad de explorar una cueva de hielo siempre cambiante con un guía glaciar experto y titulado que garantizará tu seguridad mientras disfrutas del momento.

Las cuevas de hielo naturales empiezan a formarse cuando el agua del glaciar se derrite y el agua necesita una vía de escape. En invierno, las cuevas adquieren una mejor forma al congelarse de nuevo el glaciar. En Islandia, la mayoría de las cuevas de hielo no son permanentes, ya que el clima varía notablemente durante las estaciones. Cuando el tiempo se calienta, las cuevas de hielo pueden derretirse y hacer que la cueva se derrumbe. Por eso, cada invierno tenemos el privilegio de encontrar nuevas cuevas y explorarlas sabiendo que mañana pueden ser diferentes y que es casi seguro que no estarán aquí el próximo invierno.

Los impresionantes colores azules, poco frecuentes en las cuevas de hielo, proceden del sol que brilla a través del hielo. La cueva de hielo cristalino se forma en las raíces del glaciar, donde la capa de hielo es más fina, lo que permite que la luz del sol cree estos impresionantes colores azules en el hielo.

Es una experiencia que probablemente no olvidarás en mucho tiempo. Tu aventura comienza en la Laguna Glaciar de Jökulsárlón, donde te recogeremos y conduciremos hasta las raíces del glaciar. Tras llegar al lugar, el guía te proporcionará los crampones y el casco para que puedas disfrutar de la cueva de hielo con seguridad. Tendrás unos 45 minutos para explorar la cueva y hacer todas las fotos que quieras.