Los caballos Pur-sang Arabe Asil ocupan un lugar central en la historia y la cultura islámicas. Su origen se remonta a las primeras conquistas islámicas, donde estos caballos fueron esenciales en las batallas llevadas a cabo para difundir el islam. El propio Profeta Mohammed utilizó estos caballos robustos y resistentes, contribuyendo a su reputación como monturas excepcionales.
Estos caballos encuentran sus raíces en la península arábiga, más concretamente en las regiones de la actual Arabia Saudita, el antiguo Iraq y Egipto. Durante las expansiones islámicas, estos caballos de élite fueron introducidos en el norte de África, llegando finalmente a Marruecos. Su linaje ha sido cuidadosamente preservado a lo largo de los siglos, con una atención especial a la pureza genética, haciendo del Pur-sang Arabe Asil una de las líneas más prestigiosas del mundo.
El rey Hassan II desempeñó un papel decisivo en la preservación y promoción de los caballos Pur-sang Arabe Asil.