De 1938 a 1945, el campo de concentración de Mauthausen fue el centro de un sistema de más de 40 subcampos y el lugar central de la persecución política, social, racial y antisemita del régimen nazi en territorio austriaco.

La tarea central del monumento es anclar en la conciencia pública la historia del campo de concentración de Mauthausen y sus subcampos, la memoria de sus víctimas y la responsabilidad de los autores y espectadores. Al mismo tiempo, también debe promoverse el debate público sobre la historia a la luz de su importancia para el presente y el futuro.

Los mediadores del lugar, con formación pedagógica, se ocupan de los visitantes e intentan sensibilizarlos sobre la recreación nacionalsocialista, el antisemitismo, el racismo, la discriminación de las minorías y la hostilidad a la democracia.