Kef : Te recogerán en tu alojamiento de Túnez y te dirigirás al noreste de Túnez para explorar la ciudad de Kef.
Si llegas, visita la kasbah de Kef, una fortaleza construida en 1600 por los otomanos para defender la ciudad de Kef.
Deja atrás Túnez y las playas de la costa y descubre una faceta poco conocida de Túnez: la cordillera del Atlas y las llanuras de las “hauts plateaux”. En estos paisajes contrastados del oeste de Túnez encontrarás Le Kef, una pequeña ciudad encantadora con un pasado tumultuoso. La belleza natural no es lo único que ofrece esta región: la ciudad ha conservado innumerables recuerdos de su vibrante historia, incluida su fortaleza otomana.
La imponente cordillera del Atlas ofrece panoramas impresionantes, como por ejemplo el fuerte otomano de El Kef. También podrás disfrutar de fabulosas vistas de las montañas de la Meseta de Jugurtha. Pasea por el casco antiguo de El Kef, enclavado en la pared del acantilado con vistas a impresionantes valles. Uno de sus atractivos es la plétora de diferentes monumentos y reliquias de todas las épocas y religiones. Podrás ver cisternas y termas romanas, una antigua iglesia dedicada a San Pedro, una sinagoga judía del siglo XVIII que también honran los musulmanes de la ciudad, y tres cementerios vecinos: musulmán, judío y cristiano. Pero el monumento más emblemático de El Kef es el Mausoleo de Sidi Bou Makhlouf, con sus cúpulas blancas estriadas y su minarete octogonal decorado con cerámica verde esmeralda.
A continuación, compra tu comida kef original y toma el camino para explorar kalaat snan, donde se encuentra una meseta de 1271 m de altura, una estructura geológica rara o única en el mundo. La mesa de Jugurtha se llama así porque sirvió de fortaleza al ejército del rey númida Jugurtha durante su guerra contra Roma. A la mesa se accede por una escalera excavada en la roca.