Deja atrás la bulliciosa ciudad de Tallin y experimenta una de las tradiciones más auténticas de Estonia: una caminata guiada con raquetas de pantano por los tranquilos humedales de la campiña estonia.
Tras una hora en coche, te encontrarás rodeado de vastos bosques y naturaleza virgen. Con casi la mitad de la población de Estonia viviendo en Tallin y una agricultura mínima en el resto del país, gran parte del país sigue siendo salvaje y natural, un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza.
Una vez en la ciénaga, ponte tus zapatos especiales para ciénagas y sigue a tu guía por el paisaje suave y esponjoso, las charcas claras de la ciénaga y las vistas abiertas. Aprende sobre el singular ecosistema local, desde las plantas carnívoras hasta las raras orquídeas, y escucha el tranquilizador canto de los pájaros. Puede que incluso descubras huellas de animales y escuches historias fascinantes sobre el papel de la ciénaga en la cultura y mitología estonias.
Tómate un momento para respirar el aire puro y fresco y deja que tu mente descanse en la quietud. Sube a una torre mirador para contemplar una vista panorámica del interminable paisaje de humedales, una visión inolvidable que capta el verdadero espíritu de Estonia.
Después de la excursión, disfruta de un relajante viaje de vuelta a Tallin. Puedes elegir que te dejen en la terminal de cruceros, explorar el casco antiguo de Tallin a tu aire o darte el gusto de almorzar en uno de los excelentes restaurantes de la ciudad.
Esta excursión ofrece una mezcla perfecta de naturaleza, cultura y escapada tranquila: ¡una auténtica experiencia estonia que no querrás perderte!