Jebel Harim, que se traduce como “la montaña de las mujeres”, es el pico más alto de Musandam. La cima alberga una estación de radar que vigila el tráfico marítimo en el Estrecho de Ormuz y ofrece unas magníficas vistas panorámicas de Khasab y de Dibba. Muchas de las rocas están salpicadas de fósiles conservados, que ofrecen una visión extraordinaria de antiguas criaturas submarinas, como moluscos, peces, almejas y numerosos trilobites.

Sube en coche a las montañas desde Jasab, haciendo paradas en miradores por el camino. También se visitará el pueblo de Sayah, una pintoresca aldea todavía ocupada por beduinos que viven en el desierto. El asentamiento es famoso por sus antiguas petrografías, pinturas de 3.000 años de antigüedad salpicadas en la pared rocosa.

Por el camino, pasa junto a un notable muro fósil, formado por lo que originalmente fue un trozo de roca del fondo marino y cubierto por una densa capa de impresiones fosilizadas, entre las que se distinguen claramente los contornos de cangrejos, estrellas de mar y conchas. Más tarde, conduce hasta cerca de la cima de Jebel Harim. Por supuesto, las oportunidades fotográficas desde estas alturas son espectaculares; en particular, el impresionante mirador de Khawr Najid ofrece una vista inigualable sobre el océano Índico.