Evita las multitudes y visita la Laguna Azul a última hora del día, cuando la temperatura haya bajado un poco. Esta excursión es perfecta para quienes deseen bucear, nadar y chapotear en las aguas cristalinas y poco profundas de la Laguna Azul durante el periodo más fresco del día.

Disfruta de las mágicas aguas de color cian de la Laguna Azul, que son especialmente tentadoras a última hora de la tarde, ya que el cálido sol mediterráneo la ha estado calentando durante todo el día, lo que hace que la temperatura del agua sea muy similar a la del aire. Aprovecha el tobogán acuático de a bordo y diviértete retozando en las aguas para escapar del clima cálido. O si prefieres relajarte, pasa un rato descansando en el barco con una bebida en uno de los muchos sillones acolchados.

Por último, en el camino de vuelta a puerto, disfruta del vaivén de las tranquilas olas del mar, admira la magnífica costa mediterránea y maravíllate con la impresionante puesta de sol sobre el océano, brillando sobre las aguas y reflejándose en los enormes acantilados malteses.