Embárcate en una excursión de un día por los impresionantes paisajes que rodean la montaña Sainte-Victoire y la región del Luberon.
Los viñedos de Côtes de Provence Sainte-Victoire, situados al este de Aix-en-Provence, son famosos por su belleza natural y su terruño único. Estos viñedos se benefician del viento Mistral, que barre la región, ayudando a crear algunos de los vinos más puros y auténticos de Francia. El clima, con sus vientos refrescantes y su abundante sol, desempeña un papel vital en la calidad de las uvas.
En este viaje de inmersión, te sumergirás de lleno en el rico patrimonio vitivinícola de la región. Explora las características distintivas del terruño y adéntrate en el proceso tradicional de elaboración del vino mientras visitas las bodegas de dos fincas vinícolas familiares distintas.
Conoce a los apasionados enólogos, que compartirán su experiencia y su compromiso con la elaboración de vinos excepcionales. Como parte de la experiencia, tendrás la oportunidad de degustar los célebres vinos AOC Côtes de Provence de la región. Saborea la complejidad de los tintos con cuerpo, conocidos por sus sabores profundos y estructurados; deléitate con la sutil elegancia de los rosados, que ofrecen notas frescas y florales; y disfruta de los blancos nítidos y refinados, que desprenden un equilibrio y una finura notables.
Tiempo libre para merendar por tu cuenta en Aix-en-Provence.
Prepárate para una tarde en coche por el maravilloso paisaje del Parque Natural Regional del Luberon, que te proporcionará una maravillosa visión de lo más destacado del Luberon.
La primera parada obligada de tu recorrido es en Lourmarin, conocido como uno de “los pueblos más bonitos de Francia” y famoso por su castillo renacentista. Disfruta de tiempo libre para explorar el pueblo.
Después de Lourmarin, continúa tu recorrido con una parada fotográfica en Bonnieux. Este pueblo provenzal de imagen perfecta está coronado por una iglesia del siglo XII rodeada de cedros centenarios. Este lugar ofrece una magnífica vista del Luberon.
El pueblo de Roussillon está encaramado en lo alto del acantilado de una antigua cantera de ocre. Con reminiscencias de la paleta de un pintor, Rousillon es un lugar mágico donde las combinaciones de óxidos proporcionan una infinita variedad de tonos anaranjados, marrones y rojos en los paisajes y las casas.
Tu última visita de la tarde es a Gordes, un pueblo extraordinario erigido sobre un acantilado. El castillo fortificado y la iglesia dominan las casas típicas del pueblo, construidas con piedras de la roca sobre la que se asientan.
Al final del recorrido te llevarán de vuelta a Aix-en-Provence.