Sal al agua en este crucero a la isla de Comino y empápate del paisaje de la costa norte de la isla. Ve a la Laguna Azul a bucear y nadar, adéntrate en las cuevas de la Laguna de Cristal, sumérgete en las aguas cristalinas desde un tobogán, o simplemente toma el sol en el solárium del barco. Tras embarcar, el viaje a la isla de Comino durará aproximadamente una hora. Conocerás Malta desde un hermoso punto de vista desde el mar abierto. Navegarás cerca de la costa, presenciando el magnífico litoral natural de Malta, con sus enormes acantilados, rincones rocosos y recovecos.

Pronto pasarás por la diminuta isla de San Pablo, donde verás la estatua del apóstol San Pablo que se eleva en lo alto del cielo. También visitarás magníficas cuevas marinas, que te brindarán la oportunidad de tomar fotografías asombrosas. Pronto te detendrás durante una hora en la impresionante pero menos conocida Laguna de Cristal (de junio a octubre sólo con buen tiempo). Está bordeada por escarpados acantilados y, por tanto, sólo se puede acceder a ella en barco. Con un agua increíblemente clara, es perfecta para nadar, bucear con tubo y hacer submarinismo. Puedes zambullirte en sus aguas cristalinas desde uno de los tres toboganes o saltar desde la cubierta superior si te atreves.

Durante la excursión nocturna, pararás 2 horas en la Laguna Azul y 30 minutos en la Laguna de Cristal. Tras llegar a la Laguna Azul, atracarás en la zona privilegiada. Luego puedes utilizar el barco como base, aprovechando todas las fantásticas instalaciones, incluido un enorme tobogán acuático y una terraza con tumbonas acolchadas.

Puedes pasar el resto de la tarde nadando desde el barco o caminando hasta la orilla para explorar la diminuta isla. Comino también merece una visita en invierno y es ideal para senderistas y fotógrafos. Al no haber zonas urbanas ni coches en la isla, se puede oler fácilmente el aroma del tomillo silvestre y otras hierbas. Con el día llegando a su fin, navegarás de vuelta al puerto de Bugibba, entrando en las cuevas piratas de Santa María y contemplando la “Cabeza de Elefante”.