Te unirás a uno de nuestros anfitriones para comer por Seúl, parando en los lugares donde realmente comen los lugareños. ¡No hay restaurante turístico de barbacoa para ti! Prueba platos como el kalguksu, una sopa hecha con fideos hechos a mano y caldo a base de anchoas, y el guiso de pollo bomba de ajo, famoso en la zona. La práctica hace al maestro, y el sikdang (restaurante local) que visitarás para degustar este explosivo guiso lleva más de 50 años preparando este plato, por lo que ya es prácticamente perfecto. Te darás un festín de mandu (albóndigas) que se hacen a la manera tradicional norcoreana en un diminuto sikdang de Insadong donde una abuela supervisa el negocio, o probarás la versión surcoreana en Ikseondong, un barrio famoso por su calle de cafés de estilo Hanok. Prueba la comida callejera tradicional, como los pasteles de arroz y el hotteok sambo-dong, un tipo de tortita, hecha de masa de maíz y rellena de azúcar, miel, nueces y canela. Sólo asegúrate de guardar algo de sitio: hay un restaurante de barbacoa coreana en el que cenar. Ya sabes, el local de verdad, donde no hay ni un turista a la vista y puede que destaques un poco, ¡pero merece la pena por la comida!

En un plazo de 24 horas desde el momento en que reserves, recibirás un breve cuestionario sobre tu personalidad e intereses. En función de tus respuestas, se te asignará un anfitrión afín. Tu anfitrión se comunicará directamente contigo para sugerirte un itinerario que te ayude a descubrir lo que hace única a la ciudad. También acordaréis una hora y un lugar de reunión. Tu itinerario es flexible, por lo que durante la experiencia siempre puedes cambiar de opinión sobre lo que quieres hacer.