La visita guiada a Caltagirone comienza en el Jardín Público, uno de los 10 jardines más bellos de Italia, de estilo inglés con una entrada de estilo Art Nouveau en la que se abre una avenida interior en la que podrás admirar estatuas, jarrones de cerámica, mayólicas, jardineras y una fuente monumental. El espléndido jardín alberga también el escenario musical de estilo morisco con decoraciones de cerámica y el mirador del Teatrino, que ofrece una vista espectacular de toda la ciudad.

A lo largo del Museo de Cerámica continuamos por la calle principal que nos lleva al corazón del centro histórico, donde nos encontramos con un característico punto panorámico construido en el siglo XVIII, el Tondo Vecchio, con forma de teatro adornado con decoraciones, escudos de la ciudad y el logotipo siciliano de la Trinacria, desde donde se puede admirar una panorámica de las montañas y valles que rodean Caltagirone. El recorrido continúa caminando por el puente de S. Francesco, formado por cinco arcos y construido en el siglo XVII para unir dos de las tres colinas sobre las que se asienta la ciudad; está decorado con bellos relieves de cerámica realizados por artistas locales. Entre las calles del centro histórico asombran los nobles palacios y las hermosas iglesias decoradas en estilo barroco y Art Nouveau, y entre tanta belleza artística llegamos a la Catedral de San Giuliano con su imponente campanario de 48 metros de altura.

La Basílica, de estilo liberty floral, tiene una hermosa cúpula totalmente recubierta de mayólica; en el interior de la iglesia hay numerosos frescos del Antiguo y Nuevo Testamento y un precioso coro barroco de madera. A pocos pasos encontramos la céntrica Plaza del Municipio, dominada por elegantes edificios como el Palacio del Aquila, de estilo neoclásico, y el antiguo Palacio Senatorio, transformado con el tiempo en teatro y que ahora alberga la Galería Luigi Sturzo.

La visita guiada termina en uno de los lugares simbólicos de Caltagirone, la famosa escalinata de S. María del Monte, construida en el siglo XVII para conectar el centro histórico con la parte más nueva de la ciudad. La hermosa escalera, compuesta por 142 peldaños decorados con azulejos de cerámica de colores, se engalana con flores durante la Infiorata de mayo y se adorna con 4000 velas que dan vida a un diseño evocador durante las celebraciones de la fiesta de la Patrona.