Después de una sesión informativa de uno de nuestros guías experimentados, podemos comenzar. Solo unos minutos más tarde llegamos a los primeros campos, pequeñas fincas y molinos de viento tradicionales y obtenemos un anticipo del estilo mallorquín. Inmediatamente después del pequeño pueblo de Sant Jordi llegamos a nuestra ruta todoterreno. Desde allí conducimos unos 30 minutos por una ruta sin pavimentar, donde nuestros buggies muestran lo que pueden hacer. Al final de la ruta todoterreno hacemos una breve parada y ya estamos en las afueras del tradicional pueblo de Llucmajor. Luego continuamos hacia la cercana montaña Randa, a la que es fácil llegar después de un corto tramo de carretera a través de grandes curvas. Aquí nos espera una de las panorámicas más espectaculares que ofrece Mallorca. Durante un descanso de 30 minutos a una altitud de 542 metros, disfrutamos de una vista de 360 grados de toda la isla con todos sus encantadores paisajes y pintorescas bahías. Nuestro tour en buggy es el cambio perfecto para todos aquellos que quieran experimentar algo muy especial en sus vacaciones.