Su aventura comienza cuando nuestro amable guía le da la bienvenida para un pintoresco viaje de 2 horas a los encantadores pueblos de piña. A lo largo del camino, se sentirá cautivado por un sinfín de arrozales que se extienden hasta donde alcanza la vista: esta tierra fértil contribuye al 90% de las exportaciones de arroz de Vietnam, lo que convierte al país en uno de los tres principales exportadores de arroz del mundo. Al llegar, nos subiremos a bicicletas y recorreremos vastas granjas de piñas, donde los agricultores locales cultivan piñas, arroz, cocos y palmas de areca mientras cuidan de sus búfalos y patos. A medida que paseamos en bicicleta, será testigo de cómo los aldeanos cruzan hábilmente los ríos en puentes de monos y se deslizan a través de las vías fluviales en botes de madera, tradiciones atemporales transmitidas durante generaciones. Estos pueblos pacíficos permanecen intactos por el turismo, ofreciendo una visión más auténtica de Vietnam rural. Creo que este sería el viaje más auténtico en Vietnam