Emprende un sereno viaje de hora y media por dos de las basílicas más cautivadoras de Roma, Santa Sabina y Santa Prisca, enclavadas en la tranquila colina del Aventino. Elige una excursión en grupo reducido de hasta 10 personas para una experiencia compartida o regálate una excursión privada para una aventura más personalizada.
Tu exploración comienza en Santa Prisca, un tesoro menos conocido cargado de historia que se remonta al siglo IV. Adéntrate en esta apacible iglesia y descubre la cautivadora historia de la evolución de Roma desde los rituales paganos hasta el culto cristiano. Mientras tu guía te explica el papel de la iglesia en esta notable transformación, comprenderás mejor cómo las antiguas tradiciones romanas se fusionaron con la emergente fe cristiana, haciendo de Santa Prisca una parte fundamental de la historia religiosa de la ciudad.
Desde allí, continúa hasta Santa Sabina, una magnífica basílica del siglo V célebre por su bien conservada arquitectura paleocristiana. Maravíllate ante las intrincadas puertas de madera, que presentan algunas de las tallas bíblicas más antiguas que existen. Mientras exploras, tu guía te hará revivir las fascinantes leyendas de la basílica, desde la misteriosa “piedra del diablo” hasta el antiguo naranjo del claustro, del que se dice que posee poderes milagrosos para quienes lo visitan.
El recorrido finaliza en el encantador Giardino degli Aranci, o Jardín de los Naranjos, un remanso de paz que ofrece algunas de las vistas panorámicas más impresionantes de Roma. Relájate y disfruta del ambiente sereno mientras contemplas el emblemático horizonte de la ciudad. No olvides asomarte por el ojo de la cerradura del Aventino para contemplar la Basílica de San Pedro, una joya oculta casi mágica.
Esta experiencia única combina historia, arte y tranquilidad, ofreciéndote una nueva perspectiva de la Roma paleocristiana. Perfecto para quienes buscan una visión íntima del patrimonio espiritual y arquitectónico de la Ciudad Eterna, este recorrido promete momentos de descubrimiento y serenidad a cada paso.