Viterbo, antigua ciudad papal, es famosa por sus aguas termales y por ser el primer centro de bienestar de Italia, un destino donde cuidar del cuerpo, la mente y el alma. El pasado remoto y las tradiciones históricas de Viterbo, que desempeñó un papel crucial como sede papal, están presentes en cada piedra de sus monumentos, edificios y obras de arte del casco viejo. Este es conocido como el barrio de San Pellegrino y aún conserva su aspecto medieval. Aquí encontrarás alojamiento para todos los gustos y bolsillos: hoteles, agroturismos, bed and breakfast, etc., de modo que te será muy sencillo buscar viajes baratos a Viterbo.
El centro histórico de Viterbo es uno de los mejor conservados de Italia. Además, sus ya viejos monumentos están asentados sobre cimientos aún más antiguos si cabe. El palacio papal es la atracción principal, un edificio del siglo XIII que se erige entre una espesa vegetación. El palacio sirvió como segunda residencia del Papa y, de hecho, se construyó con el objetivo de alejar al pontificado de Roma.
Desde luego, todos los viajes a Viterbo deberían incluir una visita por sus extraordinarios palacios. El más visitado, como no podía ser de otra manera, es el palacio del Priori, actual sede del ayuntamiento, cuya construcción ordenó el papa Sixto IV en el siglo XV. La estructura original, que incluía un gran pórtico, fue modificada en el siglo XVII: se dobló su tamaño y se modificó la apariencia exterior. Tampoco puedes perderte el palacio Farnesio ni el palacio del Podestà. El primero, del siglo XV, es una de las estructuras más impresionantes de la ciudad, mientras que el segundo es más antiguo, del siglo XII, pero conserva su belleza original. A pocos pasos se alza el palacio de los Alessandri, una típica casa señorial ubicada en el corazón medieval de Viterbo. El palacio de la Prefectura preside la plaza del Plebiscito, donde encontrarás otros edificios de gran interés. Desde aquí, camina por la vía Roma hasta la avenida de Italia, una calle comercial repleta de tiendas, bares y discotecas. Dicha avenida lleva casi directamente a vía Verde y a la iglesia de Santa Rosa, cuyo tempo actual es fruto de una reconstrucción llevada a cabo en el siglo XIX para conservar la reliquia sagrada del santo patrón. También es el destino de la famosa procesión del patrón de Viterbo, que se celebra el 3 de septiembre, durante la cual marchan más de un centenar de hombres vestidos de época cargando a sus espaldas una torre iluminada de 30 metros y 5 toneladas.
Los palacios no son el único atractivo de Viterbo. En la céntrica plaza de San Lorenzo se erige la catedral homónima, una construcción románica que esconde verdaderas joyas de arte de los siglos XV y XVIII. En el apartado religioso, también destacan la iglesia gótica de Santa María de la Salud, cuyo pórtico detallado y elegante merece ser retratado la iglesia de San Silvestre, de estilo románico del siglo XI y la iglesia de Santa María de la Verdad, cuya capilla Mazzatosta alberga bellos frescos del Renacimiento temprano realizados por Lorenzo da Viterbo.
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