En esta pequeña localidad podrás recorrer delicados jardines florales y setos bellamente recortados o hacer una escapada campestre por rutas que te llevarán junto a ríos sinuosos.
Puedes empezar la visita en el majestuoso castillo de Villandry, situado a pocos minutos del centro del pueblo. Pasea por los senderos de guijarros del jardín y recorre arreglos de flores tropicales y fuentes de formas extravagantes. Disfruta de la densa fragancia de los árboles cítricos o adéntrate en el gigantesco laberinto. Y deja tiempo suficiente para visitar el edificio principal, que esconde bellos muebles de madera y una impresionante colección de arte renacentista.
Después de disfrutar del castillo y sus jardines, dirígete a la iglesia de Saint Étienne, en el corazón del pueblo. Su origen se remonta a los siglos XI o XII. Llévate la cámara y toma fotos de su pequeño chapitel, que se eleva sobre campos de lavanda.
Antes de adentrarte en la campiña que rodea el pueblo, haz una parada y almuerza en uno de los locales próximos a la bulliciosa plaza de Villandry. Si te gusta pasear, hay una excelente ruta de senderismo que recorre la ribera del río Cher al norte y se dirige hacia el oeste. Puedes seguir un tramo y llegar hasta el punto en el que el Cher desemboca en las aguas más rápidas del río Loira. Descansa junto al río y observa las aves y otras especies de la fauna autóctona antes de emprender el camino de vuelta.
Villandry se encuentra en el departamento de Indre-et-Loire, en el centro de Francia. La capital de la región, Tours, está a 25 minutos en coche al este, y París está a tres horas al norte. Puedes alojarte en una de las pensiones del pueblo y disfrutar de la gastronomía típica francesa en uno de los restaurantes locales. La época de mayor afluencia de visitantes son los meses estivales.
Si encuentras una oferta de viaje a Villandry, no la dejes escapar: te encantarán sus jardines espectaculares, su belleza natural y su tranquilidad es el destino perfecto para una escapada en familia.