Toro es una bonita ciudad de la provincia de Zamora, famosa por sus vinos y por la historia que rebosa por los cuatro costados. Se encuentra en lo alto de una atalaya sobre la magnífica vega del Duero. Si estás pensando en organizar unas vacaciones en Toro para degustar los vinos de la región, reserva algo de tiempo para visitar los interesantes monumentos que esconde el conjunto urbano.
Paseando por las calles de esta agradable ciudad, verás en todos sus rincones las huellas de su intenso pasado: fue tierra de luchas entre cristianos y musulmanes, capital de provincia y corte de reyes, como se refleja en sus monasterios, conventos, palacios y casas señoriales.
Por encima de todos los monumentos destaca la colegiata de Santa María la Mayor, una joya del románico construida entre los siglos XI y XII. Justo al lado puedes asomarte al mirador del Espolón para admirar una bonita panorámica de toda la vega del Duero. Y para conocer el estilo románico-mudéjar que caracteriza la arquitectura de la ciudad, visita la iglesia de San Lorenzo el Real o la iglesia de San Salvador de los Caballeros, que alberga en su interior el Museo de Arte Sacro. Observa también los restos de la muralla del siglo X, con las posteriores puertas de la Corredera y de Santa Catalina.
Empieza a buscar paquetes de vacaciones en Toro y añade a tu visita turística alguna actividad enológica, como visitas guiadas a las bodegas o degustaciones de vino. Aunque es el exquisito vino de Toro el que ha dado fama a toda esta región, los deliciosos quesos zamoranos no se quedan atrás, y juntos forman la combinación perfecta.
La ubicación de la ciudad, a poca distancia de las principales ciudades de Castilla-León, permite encontrar fácilmente viajes baratos a Toro desde muchos puntos de la península. Si la visitas en coche, podrás montarte tu propia ruta del vino añadiendo etapas en otras localidades de las inmediaciones, como Morales de Toro o Zamora.