Con unos edificios, torres y cimborrios que mezclan varios estilos como el mudéjar, el gótico y el renacentista, esta ciudad no tiene nada que envidiar a algunas de las urbes del mismo período. Si a eso se le suma una amplia oferta culinaria y unas fiestas de tradición secular, los viajes a Tarazona se convierten en una magnífica apuesta para todos los públicos.
Las suertes de la historia son caprichosas, y el lugar en el que se alza una ciudad puede significar la diferencia entre el éxito y la decadencia. La posición estratégica de Tarazona que la convirtió en un punto clave durante la Edad Media fue también el desencadenante de las numerosas acometidas que destruyeron gran parte de su centro histórico. No obstante, la ciudad ha sabido renacer de sus cenizas una y otra vez, y conserva varios tesoros de diferentes épocas y un casco antiguo declarado Bien de interés cultural. Reserva uno de los numerosos viajes baratos a Tarazona que ofrecemos te ayudará a comprobar que tenemos razón.
Entre su casco antiguo se encuentran las principales atracciones de la ciudad, como la catedral de Nuestra Señora de la Huerta, del siglo XII, o el Palacio episcopal, de estilo renacentista. También destacan la mezquita de Tórtoles, una de las pocas que quedan en el país, y la casa consistorial de Tarazona, cuya función primitiva era la de lonja.
No te lo pienses y hazte con uno de los paquetes de vacaciones en Tarazona que ofrecemos, que te permitirá descubrir la naturaleza única que rodea el enclave. El Sistema Ibérico sobre el que se levanta Tarazona es un ecosistema de muchos contrastes, y los amantes de la naturaleza podrán disfrutar de bosques, glaciares y una dilatada fauna y flora.
Además, tienes Zaragoza a tan solo una hora en coche, por lo que no te faltará tampoco el ajetreo de una gran ciudad.
No le des más vueltas. Ven a Tarazona y haz de sus estrechas callejuelas un lienzo para tu próximo álbum familiar.