A pesar de su céntrica ubicación, el barrio de San Pablo-Santa Justa, situado al este del casco antiguo de Sevilla y al norte del distrito de Nervión, no suele incluirse en las agendas de los turistas. Esto se debe a su carácter fundamentalmente residencial, ya que la zona está repleta de tranquilas calles suburbanas y proyectos de viviendas de los pasados años sesenta.
Cabe decir que gran parte de la zona estaba deshabitada durante la década de los cincuenta. En las décadas posteriores a la Segura Guerra Mundial, surgieron barrios como Árbol Gordo y El Zodiaco. Cuando se reorganizó la ciudad en nuevos distritos en el año2006, San Pablo y Santa Justa se unieron para conformar uno solo.
Dentro de este nuevo barrio se encuentra Santa Clara, uno de los vecindarios más tranquilos de la capital andaluza. Esta zona verde repleta de árboles y casas residenciales alberga el antiguo Real Monasterio de Santa Clara, que fundó la compañía de las clarisas. Admira la arquitectura de este antiguo palacio almohade y convento que se renovó hace algunas décadas para convertirse en un centro público de arte y cultura. Aquí podrás sumergirte en los cuadros, la música y la literatura de la ciudad.
Si tienes suerte, tal vez coincidas con el FEMÀS (Festival de Música Antigua) cuando viajes a Sevilla. Si es así, podrás disfrutar de animados espectáculos de flamenco, declarado patrimonio cultural inmaterial por la Unesco.
Al oeste de Santa Clara, en dirección al río Guadalquivir, se encuentran los pilares romanos de la Alameda de Hércules. Estas torres de 2000años de antigüedad están coronadas con estatuas de Julio César y Hércules. Esta plazoleta arbolada se anima mucho por las noches, cuando los residentes se acercan a los bares de tapas, los sitios de kebab y los pequeños restaurantes con terraza.
Puedes llegar hasta San Pablo-Santa Justa sin ningún problema desde la moderna y creciente estación de tren de Santa Justa. En su interior encontrarás todo tipo de cafeterías y restaurantes, además de una pequeña tienda que vende aperitivos y fruta para los viajes largos. En cualquier caso, si te apetece quedarte un poco más, siempre puedes reservar una habitación en uno de los muchos hoteles del barrio.