Rostock es la ciudad más grande del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el norte de Alemania, y se encuentra situada en la costa del mar Báltico. El puerto de Rostock es una de las zonas más animadas de la ciudad. Si encuentras una oferta de viajes a Alemania en agosto, quizá llegues a tiempo para el Hanse Sail, un evento que atrae a millones de personas cada año. En este festival, que se celebra en el mismo puerto, podrás ver hasta 300 ejemplares imponentes de naves, balandros, cruceros, ferris, goletas museo y yates retro.
El evento tiene lugar frente al casco viejo, donde, además, podrás descubrir la historia de Rostock. Los edificios de ladrillo rojo y colores pastel datan de los siglos XIV y XV. Durante esta época, la Liga Hanseática, una alianza comercial y defensiva que agrupaba a los gremios de comerciantes, dominaba el comercio a lo largo de la costa del norte de Europa. Explora la zona este del barrio y visita lugares históricos como la iglesia de San Pedro, la iglesia de Santa María y el bastión de los pescadores.
Una de las mejores formas de ver Rostock es a bordo de una embarcación sobre el río Warnow. Al recorrer sus aguas, busca el Alter Strom, un encantador afluente que fluye por el barrio residencial de Warnemünde. En esa zona verás casitas de pescadores de colores, pequeñas tiendas locales, cafés y restaurantes.
Y, si quieres descubrir un lado distinto de la ciudad, acércate a la Universidad de Rostock. Se fundó en el año 1419, lo que la convierte en una de las universidades más antiguas del mundo. Pasea por los terrenos de las distintas facultades y contempla las vistas del mar Báltico que disfrutan los estudiantes a diario.
Por la noche, comprobarás que la ciudad está repleta de restaurantes, cafés, bares y clubes.
Si quieres disfrutar de aire fresco y algo de ejercicio, puedes acudir al Campo de Rostock, a 20 minutos en coche del centro de la ciudad. Se trata del bosque costero más grande de Alemania. Los visitantes pueden recorrer toda la zona y descubrir su historia en el museo del recinto.
Rostock tiene un centro urbano pequeño con algunas zonas peatonales, así que es fácil llegar andando a muchos de los lugares de interés. Desde la Estación Central de Rostock puedes llegar en tren a destinos como Hamburgo o Berlín. El transporte público conecta toda la ciudad e incluye tranvías, autobuses y ferris.