Porto Flavia es un fascinante puerto de la costa oeste de Cerdeña, donde se encontraba un antiguo complejo minero. La extraordinaria ubicación de las minas abandonadas, excavadas en acantilados de piedra caliza que caen en picado sobre el mar, atrae a muchos visitantes a la zona.
La región se dedicó a la extracción minera durante siglos, pero el puerto de mar no se estableció hasta 1923. Recibe su nombre de la hija del arquitecto que lo diseñó, Cesare Vecelli. Porto Flavia fue una zona muy próspera a principios del siglo XX gracias a la extracción masiva de carbón, azufre y minerales. Sin embargo, durante la década de 1990, las minas cerraron por una crisis del sector.
Recorre los túneles de la mina en una visita guiada y aprecia el ingenio demostrado en su construcción. Aunque las visitas son en italiano, el recorrido merece la pena. Podrás ver piezas del equipo que utilizaban y fotografías de las antiguas operaciones mineras. Gracias a las maquetas que representan a mineros manos a la obra te será fácil imaginar en qué consistía su trabajo. Sube por la escalera situada en los acantilados para disfrutar de unas impresionantes vistas de la costa escarpada y del Mediterráneo.
En el Museo del Arte Minero podrás admirar las grandes máquinas que se utilizaban en labores de minería, además de numerosas herramientas y otros aparatos.
Después puedes acercarte a los pueblos de Nebida y Masua, donde vivían muchos de los mineros que trabajaban en la zona. Desde Nebida puedes dar un paseo a lo largo del sendero panorámico que rodea la costa y que los mineros solían seguir para llegar a las minas.
Porto Flavia se encuentra en la costa oriental de Cerdeña, a 19 kilómetros al oeste de Iglesias. A lo largo del día, hay autobuses frecuentes desde la ciudad hasta el puerto. El trayecto puede durar hasta 1 hora.