El Poble Espanyol (Pueblo Español) se construyó a finales de los años veinte del siglo XX como atracción para mostrar la arquitectura y cultura españolas. Actualmente parece un auténtico pueblo, con plazas concurridas y calles estrechas, tiendas, restaurantes y clubes nocturnos.
Este museo al aire libre está formado por más de 115 edificios. Su arquitectura está inspirada en lugares de toda la geografía española. Se construyó en la colina de Montjuic para la Exposición Universal de 1929 y desde entonces es un popular enclave turístico.
Tras pagar una pequeña tarifa de entrada, podrás pasear por las calles del pueblo, que son totalmente peatonales. Se aplican descuentos para estudiantes, jubilados y niños menores de 12 años. Por un poco más puedes comprar una audioguía. Aprende sobre la inspiración y arquitectura que hay detrás de cada edificio y empápate de cultura española.
En el pueblo hay 40 talleres de artesanía que comercializan sus piezas. En los talleres de vidrio soplado, bordados, orfebrería y grabados se exhiben las técnicas tradicionales y se venden artículos hechos allí mismo.
En los restaurantes se sirven platos de toda España. Prueba las tapas de un típico bar andaluz o una paella a la catalana.
La plaza mayor suele ser escenario de espectáculos de música y danza en vivo. El pueblo cobra vida los domingos, cuando se celebran desfiles, espectáculos de marionetas y sesiones de cuentacuentos.
Los amantes del arte no han de perderse la Fundación Fran Daurel, una galería donde se exponen obras desde el siglo XX hasta nuestros días, entre ellas obras de Dalí, Picasso y Miró. Hay un jardín escultórico al aire libre desde el que se pueden contemplar vistas de la ciudad.
Termina el día con un espectáculo de flamenco y bailando en algunos de los clubes nocturnos del Poble Espanyol.
El pueblo abre todos los días. Se encuentra a 20 minutos a pie desde el metro y a poca distancia caminando desde la parada de autobús más cercana.