En todos los viajes a Bernal hay algo que siempre está en el itinerario: la Peña de Bernal, una imponente formación rocosa que se ha convertido en un lugar de peregrinaje gracias a una encantadora capilla situada en mitad del camino. Este monolito mide 433 metros de altura y tiene millones de años. Si quieres contemplar su riqueza natural y las espectaculares vistas que hay desde la cima, sube sin dudarlo.
Durante el ascenso tendrás la oportunidad de descubrir la enorme cantidad de cuevas y acantilados que decoran la ladera del peñón. Sin embargo, solo deberían intentar llegar a la cima los escaladores más experimentados, ya que la subida es bastante dura. Para esta experiencia, asegúrate de llevar calzado de montaña adecuado y mucha agua y comida. Únete a los miles de excursionistas y turistas que se reúnen en este enclave cada año durante el equinoccio de primavera para fundirse con la naturaleza.
Los locales son muy amables, y el monolito es un lugar ideal para charlar y disfrutar de las fabulosas vistas de las montañas vecinas y el municipio. Encontrarás la capilla a lo largo del camino que hay que recorrer a pie. Esta diminuta construcción religiosa, con fantásticas vistas a los viñedos y las granjas de los alrededores, es realmente encantadora.
Tampoco puedes irte sin adéntrate en las callejuelas adoquinadas de la localidad, situada a los pies del peñón. Además, si quieres conocer la cultura y la historia locales, tienes el Museo de la Máscara. En las tiendas locales encontrarás artesanía, obras de arte, y mantas y ponchos de lana que te ayudarán a protegerte de los fuertes vientos de las montañas.
El peñón es de los más grandes de este tipo del mundo, no en vano muchas veces se compara con el Pan de Azúcar de Río de Janeiro y el de Gibraltar. Subir es gratis, está abierto al público todo el año y suele estar especialmente concurrido los fines de semana.
La Peña de Bernal está ubicada a 1,6 kilómetros al noroeste de Bernal, en el estado de Querétaro, en el centro de México. Por un módico precio, podrás dejar el coche en el aparcamiento que hay a los pies del peñón. Además, para desplazarte por la localidad puedes servirte de la red pública de tranvías.