El puente de Pedro e Inés atraviesa el río Mondego, en pleno corazón de Coímbra. Este puente en arco tiene una envergadura de 275metros y los paneles de vidrio de su diseño se asemejan a piedras planas. Detente en la plataforma de observación situada en el centro del puente, donde se juntan las dos pasarelas, y disfruta de las agradables vistas del río y el centro histórico de la ciudad.
Desde aquí también podrás admirar las secciones de cristal azul, verde, rosa y amarillo que conforman el elegante diseño de las barandillas del puente. La estructura se refleja en el agua generando un interesante patrón entrecruzado. Anímate a recorrer este puente de acero en bicicleta mientras los remeros surcan el río bajo tus pies.
Observa el particular giro del diseño que afecta a la percepción visual y da la sensación de que las pasarelas que emergen de cada orilla no se tocan en la parte central. Esta intersección es un lugar fantástico para contemplar la puesta de sol y disfrutar de los espectáculos de fuegos artificiales que se realizan en ciertas ocasiones. Por la noche, el puente se ilumina con luces resplandecientes.
Cuando viajes a Coímbra y visites este puente, puedes continuar tu recorrido por el parque do Choupalinho, en la ribera occidental del río. Relájate junto al canal y cruza el pequeño puente. Este parque es perfecto para organizar un pícnic sobre su cuidada hierba. También puedes pasear entre los árboles y sentarte en uno de los bancos para contemplar el agua. En la zona hay un club de remo y un parque infantil.
Este puente en arco recibe su nombre de Pedro e Inés, los protagonistas de una historia de amor tradicional portuguesa. En ella se relata la relación prohibida que dio fruto a cuatro hijos ilegítimos en el sigloXIV. La estructura se finalizó en2006.
El puente de Pedro e Inés se encuentra en el río Mondego, en el centro de Coímbra. Puedes llegar caminando desde la estación de tren de la ciudad en dirección sur en 15minutos. Aprovecha para ver otras atracciones por la zona, como Portugal dos Pequenitos, la Biblioteca Joanina y el monasterio de Santa Clara.