Busca la ruta peatonal que atraviesa los pinares autóctonos de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria y sigue las señales que llevan al gigantesco Roque Nublo. Desde allí, puedes disfrutar de vistas privilegiadas desde el mirador u observar a los escaladores que intentan alcanzar la cima de la roca. Si tienes las habilidades necesarias, puedes unirte a una expedición.
Roque Nublo se eleva desde la Caldera de Tejeda, un cráter volcánico con un diámetro de aproximadamente 20 kilómetros. Puede que no sea el pico más alto de la isla, pero su gigantesco tamaño y su altura de 67 metros lo convierten en uno de los lugares que más impresionan de toda Gran Canaria.
Sigue el sendero polvoriento que serpentea hasta llegar a Roque Nublo. Verás campos de roca volcánica irregular y elevados pinos autóctonos cuya frondosidad permite refugiarse del sol durante el recorrido.
Cuando llegues a la base de la roca, dedica unos momentos a descansar y contemplar las vistas panorámicas. Estarás a una altura de 1.803metros. A un lado tendrás la escarpada costa oeste de la isla y, si el día es soleado, verás las bulliciosas localidades marítimas del sur.
Después, observa a los escaladores que realizan la subida de una hora a la cima de Roque Nublo para comprobar de primera mano su tamaño. Si te apetece unirte a la excursión, puedes consultar en Tejeda, una localidad de los alrededores donde se organizan salidas para todos los niveles.
Roque Nublo está situado a poca distancia por carretera de Tejeda. Si vas en coche, puedes dejarlo al borde de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria. Desde allí, se tarda una hora hasta la base de la roca. El sendero es irregular, así que te recomendamos llevar calzado cerrado, no sandalias. Asegúrate de incluir mucha agua en la mochila, sobre todo si visitas la zona en las horas de más calor. También es buena idea llevar crema protectora y sombrero.