Langeoog es una isla de 4 kilómetros cuadrados con playas inmaculadas y un pueblecito idílico. Su belleza le ha ganado el sobrenombre de “isla de vida”.
Aprovecha las ofertas de viajes a Alemania para visitar Langeoog, un bello rincón que forma parte de las Islas Frisias orientales, situadas en la costa de Baja Sajonia, en el mar del Norte. La isla se compone de una pequeña localidad en su mitad oeste y de accidentes geográficos prístinos con forma de bumerán en el resto. Langeoog tiene casi 2.000 habitantes. A pesar de su reducido tamaño, el pueblo es un bullicioso destino turístico con calles repletas de casas de huéspedes y restaurantes con encanto. No te pierdas sus muchos edificios históricos, como la Torre del Agua, situada en el centro del pueblo.
También encontrarás un spa con amplias instalaciones para descansar y distintas ofertas de tratamientos completos. Langeoog es famosa por su aire limpio y fresco, lo que la convierte en un destino perfecto para las personas aquejadas de alguna afección. Aquí podrás pasear tranquilamente por el pueblo o descansar junto al mar. La isla tiene también casi 14 kilómetros de playas inmaculadas, el lugar ideal para pasar la tarde. En sus arenas los visitantes encontrarán redes de voleibol, tumbonas y tablas de surf.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Marina alemana construyó un amplio puerto en las orillas de la isla. Aún puede verse en la actualidad, repleto de embarcaciones que se mecen junto a los malecones. Algunas de ellas realizan recorridos alrededor de la isla, el broche de oro perfecto para completar un viaje por estas costas.
Langeoog destaca también por sus excentricidades. No se permiten coches en la isla, pero puedes recorrerla en bicicleta de alquiler o a pie. También hay disponibles taxis tirados por caballos en el pueblo.
Puedes tomar un ferri hacia Langeoog desde la localidad costera alemana de Bensersiel. Salen barcos cada dos horas, así que es muy fácil ir y venir de la isla. Al llegar a Langeoog, un servicio de trenes llamado Inselbahn lleva a los pasajeros al pueblo. La isla también cuenta con un pequeño aeropuerto. A menos de cinco kilómetros del continente, Langeoog constituye una escapada perfecta que te hará sentir que has viajado a otro mundo.