La isla del Monje (Munkholmen) es una pequeña isla fortificada que no te puedes perder cuando viajes a Trondheim. Durante sus más de mil años de historia, la isla del Monje se ha utilizado como monasterio, fortaleza, cárcel y lugar para ejecuciones. En la actualidad, la zona combina un paisaje histórico con un sitio muy popular para nadar. Reserva una visita guiada por la isla del Monje o saborea una buena comida con unas vistas impresionantes de la costa en el restaurante de la isla.
El primer uso registrado de la isla del Monje fue a finales del siglo X, cuando los vikingos la utilizaban como lugar para ejecuciones. Los cuerpos de las personas ejecutadas se exhibían en la isla como advertencia para los visitantes, los criminales y los oponentes políticos. Cuando tu barco se vaya acercando a la isla, no te pierdas las fortificaciones de piedra que rodean esta masa de tierra. Esta estructura del siglo XVIII se construyó en el mismo lugar donde había un monasterio benedictino fundado a principios del siglo XII.
Al bajar del barco, comienza a explorar este fascinante sitio histórico. Reserva una visita guiada para conocer los diferentes usos que ha tenido esta isla a lo largo de los siglos. No pierdas detalle de las grandes murallas de piedra, el montículo de hierba y la torre de la fortaleza. Puedes caminar por el patio medieval o visitar el interior oscuro de la torre redonda. Este edificio se utilizó como cárcel hasta finales del siglo XIX. Explora los niveles superiores del fuerte para ver los restos de la época en que las fuerzas de la Alemania nazi ocuparon esta zona durante la Segunda Guerra Mundial.
La isla también cuenta con una bella playa para bañarse, donde puedes disfrutar de las aguas poco profundas protegidas por un banco de arena periférico. Toma asiento en el restaurante de la isla para saborear un buen plato de marisco fresco con vistas panorámicas de la costa. Visita la tienda de recuerdos, donde hay una gran variedad de libros y opciones de regalos.
El ferri panorámico comunica Munkholmen con los canales del puerto de Trondheim. Se cobra una cuota para viajar en ferri a la isla. Puedes realizar visitas guiadas por una cuota adicional. Los ferris salen cada hora y el viaje dura unos diez minutos. Puedes visitar la isla de mayo a septiembre.