El Monumento a la Libertad es uno de los elementos más reconocibles de Riga, un potente emblema de independencia y orgullo nacional. La gigantesca escultura de travertino, granito y cobre tiene una altura de casi 43 metros, y está decorada con esculturas y bajorrelieves. El monumento se erigió en 1935 en memoria de los soldados que murieron durante la guerra de la Independencia letona, a principios del siglo XX. Cuando los soviéticos ocuparon Letonia en 1940, programaron la demolición del obelisco, pero este hecho no llegó a consumarse en los 51 años que duró la ocupación.
Fíjate en la figura femenina de cobre que corona el monumento. Sostiene tres estrellas doradas que representan las tres regiones históricas letonas de Kurzeme, Vidzeme y Latgale.
Observa también las esculturas que decoran la base. Están dispuestas en varios grupos y representan distintos aspectos de la historia y la cultura del país. Verás figuras que simbolizan conceptos y valores como la ética del trabajo y la lucha por la independencia. También hay grabados de profesiones como la pesca y la agricultura. Busca los bajorrelieves que conmemoran la Revolución rusa de 1905 y la guerra de la Independencia letona. La inscripción de tres palabras en uno de los lados significa “Por la patria y la libertad”.
Quizá veas flores en la base del monumento. Las colocan los lugareños casi a diario. En el Día de la Deportación, en junio, y el Día de la Independencia, en noviembre, las flores son mucho más numerosas.
Visita el monumento a tiempo para ver la ceremonia del cambio de guardia, que tiene lugar cada hora. La guardia protege el Monumento de la Libertad y patrulla frente a él durante todo el día.
Este monumento se encuentra en el Bulevar de la Libertad, en el centro de Riga, muy cerca del casco antiguo. La ceremonia del cambio de guardia tiene lugar cada hora en punto, desde por la mañana hasta última hora de la tarde.