Hoteles históricos en Cortes de la Frontera

Proobablemente, los lugares históricos de Cortes de la Frontera encabecen tu itinerario. ¿Por qué no aprovechas tus días en este destino par admirar sus jardines?

Hotel Hospedería Las Buitreras es un hotel de 3 estrellas disponible en Expedia que te encantará si te apasiona la historia y, además, cuenta con una bodega y wifi gratis.

Cortes de la Frontera ofrece 30 hoteles y otras opciones de alojamiento que puedes reservar en Expedia, pero no muchos hoteles históricos para elegir.

Parque natural Los Alcornocales es uno de los fabulosos rincones que te esperan aquí. También podrás ver Parque natural de la Sierra de Grazalema y Puente Nuevo a pocos kilómetros.

Si eliges un hotel histórico, podrás pasar una noche o dos en un sitio que cuenta con un reconocimiento por su importancia histórica. Un castillo, una mansión, un palacio, o incluso una antigua comisaría o un rascacielos pueden catalogarse como hotel histórico, siempre y cuando tengan cierto interés. La arquitectura tradicional o la decoración de época que generalmente se conserva en las habitaciones o en los espacios comunes de los hoteles históricos de Cortes de la Frontera crea una atmósfera muy característica.

“Hotel patrimonial” se usa más en algunas regiones, mientras que, en otras, “hotel histórico” es lo más habitual, aunque ambos son bastante parecidos. El edificio y la arquitectura suelen ser los aspectos destacados de los hoteles históricos. En el caso de los hoteles patrimoniales, el foco está en su valor cultural y su contribución a la comunidad.

En el interior del hotel encontrarás los servicios modernos y las medidas de seguridad que necesitas, aunque se hace todo lo posible por conservar la decoración tradicional y las fachadas originales. Los servicios e instalaciones que se ofrecen habitualmente en un hotel, como habitaciones privadas con baños cómodos y wifi, también están disponibles en los hoteles históricos. No temas, reservar un hotel histórico en Cortes de la Frontera no significa alojarse en un lugar anticuado o incómodo.