De todos los castillos del valle del Loira, el de Cheverny destaca por su arquitectura excepcional, desprovista de influencias renacentistas. Esta gigantesca construcción de muros blancos presenta un estilo clásico de tejado gris y aspectos simétricos.
Fíjate en su sencilla fachada, y también en las cúpulas y los campanarios que adornan la parte superior. En verano se organizan visitas guiadas en francés del interior del castillo. O bien, puedes coger un folleto informativo para apreciar bien los aspectos históricos de la decoración y los elementos de otros tiempos. Durante el recorrido, descubrirás la historia de la familia aristocrática que vivió aquí. Los Huraults habitaron el castillo durante seis siglos, quizá por eso su aspecto no cambió nada durante el Renacimiento.
En la armería, junto al tapiz gobelino, podrás observar distintas armas, arcas y otros curiosos objetos históricos. Visita todas las estancias, de decoración majestuosa, y contempla las obras de arte repartidas por el castillo. Entre las más famosas destacan, por ejemplo, los paneles de madera del comedor, que representan escenas de Don Quijote.
Una excursión a este castillo es también interesante para las familias, ya que ofrece un juego de misterio perfecto para niños observadores. Si te quedas hasta última hora de la tarde, podrás asistir a la tradición de alimentar a 100 perros de caza. Y no te vayas sin pasear por los bonitos jardines o descansar sobre un banco con vistas al castillo. Si te quedas con ganas de más, puedes alquilar un carrito de golf para moverte por los terrenos o realizar una travesía en barca por el canal. Llévate la comida y disfruta de un pícnic tranquilo por la tarde.
Este castillo desempeñó, además, un papel muy importante durante la Segunda Guerra Mundial, ya que se utilizó para proteger diversas obras maestras del Louvre, como la Mona Lisa. Por último, el castillo ofrece una exposición permanente acerca del célebre personaje de cómic Tintín titulada "Los secretos de Marlinspike Hall".
El castillo abre sus puertas a los visitantes todos los días del año, desde por la mañana hasta última hora de la tarde. En verano, el horario es algo más amplio. La entrada es de pago, y hay distintas tarifas dependiendo de si visitas el castillo, los jardines o ambas cosas. Los niños entran gratis.
El castillo de Cheverny se encuentra situado en el corazón de la aldea, al este del río Courpin y a poca distancia a pie de las principales tiendas y restaurantes. Si vienes en coche, hay una amplia zona de aparcamiento gratuito.